CHÓVAR, EMBALSE DE AJUEZ
Circular de todo el día - 12km - Dificultad media

13 de Diciembre 2015


 

CRÓNICA



Con las imágenes del video de la excursión en la retina —Gracias Vero—, ¿qué mil palabras utilizar para contaros lo que allí pasó? ¡Ni con más de un millar podría suplantar lo visto en la filmación!... Una imagen más que mil palabras... si me pongo a hacer cálculos no me salen las cuentas ni las hojas... demasiadas... ¡Ya lo tengo! hablaré de momentos, momentos que sugieran imágenes en vuestro cerebro y tantas palabras que no quepan en escrito alguno. ¡Ese será mi contraataque a la cámara «GoPro»!

-Momento llegada: El autobús que nos lleva hasta Chóvar... Nadie lo sabe, pero se trata del mismo conductor que en otra excursión, hace unos años, hizo revolver estómagos camino de Montanejos por donde había menos curvas ¡qué gran hazaña! En esta ocasión le faltarían algunas para causar semejante estropicio. —Conductor, si por un azar de la vida estás leyendo esto, cunda en ti el espíritu navideño y reine la paz entre los hombres de buena voluntad—.

-Momento despedida: Una vez allí, del conductor y del pequeño grupo que, por diferentes circunstancias, decidieron reconocer las calles del pueblo, su mercadillo, los bares del lugar y almorzar a lo grande; y todo ello sin remordimiento alguno por no emprender ruta junto con sus compañeros senderistas.

-Momento «Geocaché»: Triste contenido enlatado que enriquecimos con algunas letras y un presente a modo de termómetro-llavero-brújula.

-Momento soy minero: Foto de rigor a bocamina, también en la vagoneta de atrezo, conjeturas sobre minería y precaución ante la otra mina, cubierta por un papel, a pie de camino y lista para ser pisada y «enguarrar» alguna que otra incauta bota. ¡Vaya mierda!, se hubiera dicho.

-Momento rampa: Hormigonada para evitar la erosión del terreno pero no la del corazón que se puso a cien hasta ganarla.

-Momento bota rota: Muchacha reincidente que insiste en estropear su calzado y poner a prueba el kit «reparalotodo» de José Buchardó. ¡Menuda pisada la de la zagala!

-Momento ¿Cuándo almorzamos?: Pues aquí mismo, bueno, no; mejor allí. ¡Y allí que almorzamos! bajo unas pequeñas antenas, hacia el mar —quien lo quiso—, hacia la montaña —otros—. Vinos en bota y en botella, cafés con y sin cafeína; tocados o no. Chocolates, barritas, «gominolas»...

-Momento corona: Reivindicativa coronación a la hora del almuerzo. ¡Qué vivan los reyes! —magos, entiéndase—. ¡Y va y se autocorona reina de la marcha! Las «mamá Noel» desenfundaron sus gorros rojos. No hubo que lamentar reyerta alguna.

-Momento nevera: Foto de grupo en lo alto de la construcción, rodillazo del fotógrafo a la nevera —ganó la nevera—, leve mareo para el afectado; descamación traumática para ella —la rodilla—.

-Momento Ajuez: Qué pequeño embalse, qué gran charco, qué fotos más chulas: qué bonita marcha a fin de cuentas.

-Momento ya hemos «llegao»: Reencuentro con el grupo que ha reconocido la localidad y sus bares, siguen con cervezas en sus manos. Rápidamente son igualados... ¡Y superados!

-Momento «pa dentro»: Y allá que entramos, tomamos la mesa y todo cuanto nos pusieron, no quedó nada de nada...

-Momento brindis: Palabras más, palabras menos —como dice la canción de los Rodríguez— junto con momento emocional «chicos, sois parte de mi familia... ¡Que me caso!» —pero bastante más emotivo, claro—... ¡bien!, ¡felicidades Buchi!, ¡chin-chin por ti y por Hilda!...

-Momentazo pato: El regalo estrella de la velada, sin tener en cuenta un «pulsómetro» y una navaja montañera con silbato incluido, fue, sin duda, el primer plumas que regalaba el Centro Excursionista en su historia... Y aquí sí, he de dejar las palabra a un lado, que ya son demasiadas, y remitiros a las fotos del momento. Ver para creer.

¡Felices días!

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