ASAMBLEA ANUAL ORDINARIA 2017
19 de Febrero 2017



CRÓNICA

n nuestro camino hacia la formalidad de la asociación que representamos, tesorera, secretaria y presidente, nos esforzamos, una vez más, en presentar ante los asociados todo cuanto de interés creemos necesario transmitir en una Asamblea ordinaria (órgano de gobierno máximo en nuestra asociación). Antes de la misma: reuniones, intercambio de correos, búsqueda del lugar apropiado, solicitud por escrito del mismo, intento frustrado de mejorar el horario, recopilación de datos, revisión de cuentas, prisas de última hora, preparación de material técnico —gracias técnicos—, búsqueda de responsables, redacción y publicación de la convocatoria en tiempo y forma... Es el trabajo que no se ve «ni se nota, ni traspasa» —permítaseme la broma— pero que está ahí y que es recompensado, a veces, con la respuesta, no siempre agradecida, del grupo para el que se realiza esta labor. Craso error el nuestro, el de la junta, si pusiéramos todas nuestras ilusiones y ganas en función de asistencias y alabanzas. No lo haremos: nos gusta lo que hacemos, somos conscientes de que el voluntariado y la gratuidad tienen esas cosas y el asociacionismo es eso, voluntariado, gratuidad y trabajo. Sabiendo además que lo edulcorado engorda, nos mantendremos a régimen... pero no demasiado estricto, no sea que flaqueen nuestras fuerzas.

La bienvenida a los asistentes —SIETE— corrió a cargo del presidente de la asociación, Sergio Ortells, quien apoyado en «diapositivas» proyectadas tras de sí, hizo un breve repaso de la historia del CEB mostrando los cambios habidos, como por ejemplo, la contratación de profesionales en las gestiones con la administración, así como para la implantación de la Ley Orgánica de Protección de Datos. Apuntada la necesidad de cierta reglamentación interna para el buen funcionamiento de la asociación «guía fácil», el presidente acabó aludiendo al posible futuro del CEB, del que valoró el necesario incremento en la oferta de actividades así como la mejora de la capacidad de convocatoria hacia nuevas incorporaciones; todo ello, sin grandes pretensiones y con los pies en el suelo.

Acto seguido, la Secretaria de la asociación, Verónica Cifuentes, tomó palabra y pantalla para ofrecer un resumen de actividades y asistencias del pasado año 2016; se añadió además un paseo fotográfico por cada una de ellas, recordatorio de las mismas, y se estableció un «medallero» de asistencias con primeras, segundas y terceras posiciones de un ranquin de los senderistas más asiduos. Antes de todo el resumen de actividades 2016, la secretaria, dio a conocer a los asistentes la existencia de un nuevo seguro de responsabilidad civil en el seno de la FEMECV contratado por nuestra asociación; recordó además la necesidad de federarse cada uno de forma individual.

Llegó el turno de palabra para Cristina Beltrán, tesorera de nuestro centro excursionista, quien presentó un detallado balance económico del año 2016 dejando claro el estado actual de las cuentas. Cuentas con las que hizo la propuesta de ingresos y gastos para el presente año 2017.

Tendría que haber sido entonces el momento de la votación, pero esta quedó relegada a un segundo plano tras los comentarios de los asistentes, que comenzando por aludir a una necesidad de ahorro, derivaron hacia el abordaje de otras temáticas; verbigracia, la excesiva reglamentación del CEB, que a su vez derivó en una reprimenda —sin comillas— hacia la Junta por su responsabilidad en la escasa asistencia de participantes en las actividades que se realizan: «algo está pasando, la gente no viene». Alguna voz más constructiva, conciliadora y menos vehemente, apoyó la actuación de la Junta hasta la fecha, a la vez que expuso sus propios pareceres. Y así, noqueados los ponentes, crítica tras crítica, se llegó, por fin, a la votación de los presupuestos que fueron aprobados a mano alzada por casi la totalidad de los presentes.

Con el agradecimiento por parte de la junta hacia todos los que expresaron su opinión sobre el estado de las cosas —para eso están las asambleas— y acordada la creación de un buzón de sugerencias para favorecer la comunicación entre el asociado y la Junta —que nada se quede en el absurdo tintero del cuchicheo—, serenados ya los ánimos, llegó el momento de ir dando por concluida la Asamblea.

Antes de poner fin a la misma, y recordando la figura de nuestro fallecido compañero Juanma Bonet, nuestra secretaria, procedió a la lectura de una carta, entregada por la familia a los grupos políticos del Ayuntamiento de Burriana, y de la que el Centro Excursionista quiso hacerse eco. En ella, palabras de agradecimiento al CEB y descontento con el escaso miramiento por parte de la corporación municipal: «Tal vez, si nuestro padre hubiera fallecido en una carrera en Burriana, hubiera tenido mucha más repercusión. Pero nuestro padre falleció en una pista forestal a muchos kilómetros de su ciudad, Burriana...»

Se acordó en la Asamblea, de forma extraordinaria, modificar el calendario de actividades y en homenaje a Juanma Bonet concluir, un año después, la marcha que quedó pendiente aquel 6 de marzo en pos del pico Cullera.

Acordada la realización de este evento, ahora sí, acabó la Asamblea ordinaria 2017.