Nada mal para desentumecer huesos y espíritu... Ayer festividad Josefina, hoy, domingo de ramos... Bien. Sin ningún contratiempo que nos alejara de llegar a la una de la tarde de vuelta al principio de la ruta. Un principio que ahora, «tempus causa», quedaba convertido en final; y en el entretanto, una vía a la que llaman verde sin serlo: ni vía —de tren, que lo fue— ni verde... Quizá azul, por el mar, el cielo; gris, por la piedra, los acantilados, las nubes; radiante —me parece que éste no es ningún color— por el sol, su refulgencia; Ámbar, por la cerveza tomada a medio camino... No me extenderé, por ir acabando —vamos montados en un expreso, esto ha de ser rápido—, de Benicásim a Oropesa, pasando el túnel de la antigua vía de tren por alto —en el sentido literal de la expresión—, chim pum, tra-ca-trá, hi ha un grup que mola leré, leré; leré, leré... perquè es fan fotos amb la seva baan-dee-rola leré leré, leré, leré; leré, leré... ¡Chin pum!, o por mejor decir ¡Chuuu, chuuu!