XÀTIVA
Circular de todo el día - 16km - Dificultad media/baja
13 de Noviembre 2016
CRÓNICA
No es lo mismo Xàtiva de cara al verano que Xàtiva de cara al invierno. Mejor que caigan las hojas de los árboles otoñadas que las gotas de sudor por la frente. Se hace todo más ameno, más liviano, más digno de un romántico óleo. El equipo de exploración sufrió la «canícula» del lugar, ahora, nosotros disfrutamos del otoñal paisaje. Así, apareció ante nuestro mirar el variopinto colorido ocre de los caducos árboles a la ribera del Albaida; junto a ésta, covachas y piteras; barandas y chumberas; fontanas y canales.
Y así fue en su primera mitad; la otra, dejado atrás el momento del yantar, del compartir con otras gentes lugar e instante, nos sorprendería subiendo duro hacia la loma que pondría a nuestro frente muros, almenas, torres y peñas de aquel alejado castillo a cuyos pies llegaríamos más tarde. Hacia él: carretera nacional que cruzar, casa del Cuadrado descuadrada por la edad, fuente Quintana sin agua, sin lustre y una antigua vía romana roma de tanto pisar... Desde él: una ciudad con historia, portalón ajado, nevera de impresión, soportal de austera belleza…
Ya quedaba menos para el epílogo entre calles «Borgianas», plazas con encanto y fachadas de bonita labranza. Y como transportados de lugar, compartimos mesa y sidras escanciadas tal como en la mismísima Asturias. Y a las cuatro la sidra, a las cinco el autobús y a la de siete en nuestra Burriana sin castillo visto ni envidia alguna.