CATÍ
Circular de todo el día - 16km - Dificultad media
26 de Marzo 2017

CRÓNICA

Diario de avatares, rumbos y desventuras del capitán Mil Cumbres de Serrano y Quebrada.
Sabed que no siempre se puede contar con el grueso de la tripulación para afrontar los más difíciles pasos, estrechos y altozanos. En este segundo día de travesía en la mar océana, llegar al puerto del Tossal de la Nevera —cota 1200—, ha costado un esfuerzo mayor al acostumbrado; aunque para nada comparable a cruzar el estrecho de Magallanes donde tantos han zozobrado.
Hemos comenzado nuestra singladura por ese terreno más extraño a nuestros pies que a las ruedas de un auto: Asfalto, lo llaman. Que a modo de brea calafatéa la tierra viva soterrándola. Pronto se ha empinado el camino, ahora sí, sobre piedra viva. hemos ascendido hasta el collado que, salvándolo, nos ha permitido ver y alcanzar el caserío balneario de L´Avellá —cota 900—.
Repuestas las fuerzas, endulzados paladares, encomendados en templo, corteses a nuestra visita; hemos virado rumbo hacia unas bravas olas pétreas a modo de muelas que escondían, en lo lejano, nuestra cima de la jornada. hemos llegado a ella entre diversa fauna más o menos huidiza, sin peligro para nuestra integridad —no como en otras ocasiones— y con un constante viento fresco que en nada ha hecho grata nuestra remontada continua.
¡Tierra a la vista!: Catí, Culla, Tírig, Peñagolosa, Sierra del Montsiá... hemos optado por el rápido descenso en pos de la primera nevera que visitaremos. Nevera Vella —cota 1160—. Un imprudente marino ha hecho serio ademán de querer descender por su ruinosa boca. A modo de arpón, la diatriba de nuestra marinera de hoy, ha paralizado rápidamente el intento de «motín» y el marino a repensado su empeño...
Como por casualidad hemos topado con los canales de desagüe de la nevera —o nuestra imaginación así lo quiere suponer. Hay una charca, y una surgencia—. Pronto la segunda construcción que un día tuvo tanta vida como nieve en sus adentros: Mas de la Serra —cota 1080—. Pasamos de las lomas descubiertas al bosque de carrasca joven, donde las cabras, ahuyentadas por nuestro paso, aceleran lo indecible el suyo para desaparecer... Allí comemos, más abajo, junto a un abrevadero; y allá, poco más allá, echaremos el ancla y nos adormeceremos, en Catí —cota 670— junto al color de unas buenas cervezas.
La singladura continuará mañana, arrecie lo que arrecie el viento. El abandono no se contempla. Es mi deseo y el de la tripulación entera; ¡A descansar marinos!
Capitán Milcum.
Distancia
16000
metros
Desniveles
820
metros
Duración
410